Tal vez conozcas la historia de Ralph, un conejo que relata cómo él y sus familiares son obligados a trabajar en un laboratorio en el que se realizan pruebas de cosméticos, con la finalidad de evitar que algo malo le suceda a los humanos.
Se trata de una historia tan triste como cargada de verdad, que invita a hacer algo por ayudar a estos indefensos seres.
Cada vez existe mayor conciencia en el consumidor, gracias a todo tipo de campañas realizadas por organizaciones que buscan penalizar aquellas empresas que basan sus procesos en tan crueles prácticas.
Algunas marcas reconocidas como Covergirl, Dove, e.l.f, Essence, Garnier, Herbal Essence, Sedal, entre muchas otras, ya han asumido el compromiso con sus consumidores y con esta importante misión.
Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. Así que una manera simple de dar el primer paso, incluso desde casa, es evitar comprar productos de aquellas marcas involucradas en el maltrato animal.
Así que vamos a contarte sobre estas organizaciones y cómo puedes reconocer los productos para que alcancemos un mundo más noble hacia nuestra maravillosa fauna.
¿Qué es Cruelty Free?
Cruelty Free es un movimiento que tiene como misión acabar con toda clase de experimentos sobre animales para la fabricación de productos cosméticos, cuidado personal y del hogar.
Algunas de las organizaciones más conocidas para este fin son Cruelty Free International y PETA. Ellas evalúan a las empresas y certifican que los fabricantes de los mencionados productos no realizan pruebas sobre los animales.
Cruelty Free International va más allá, ya que incluso verifica que los proveedores de los fabricantes tampoco lo hacen. De esta manera garantizan que el proceso se completa de forma más amable con estos indefensos seres.
¿Qué diferencia existe entre los productos veganos y Cruelty Free?
El movimiento Cruelty Free se orienta a eliminar experimentos o pruebas sobre los animales. Sin embargo, no impiden que se consuman productos derivados de ellos como la leche o la miel de abeja.
En vista de que la cultura vegana implica no consumir alimentos o utilizar productos que tengan componentes de origen animal, entonces estos si cumplen con la premisa del Cruelty Free.
¿Cómo saber si un producto es Cruelty Free?
Una vez que las organizaciones como Cruelty Free International y PETA (Estados Unidos) han realizado las inspecciones necesarias y certifican que las empresas cumplen con sus criterios, entonces permiten a las marcas utilizar logos en sus productos que demuestren esta cualidad.
De esta forma, cuando vayas a tu supermercado o tienda de cosméticos predilecta podrás observar un logo en los productos, en su mayoría con forma de un conejito y un texto que dice Cruelty Free, para que tengas la oportunidad de realizar compras más éticas.
Sin embargo. Existen normas legales en el mundo que impiden comercializar productos en determinados países que no sean Cruelty Free, pero el uso de los sellos no es obligatorio.
¿Qué métodos alternativos existen para probar productos?
Gracias a la comunidad científica y a las tecnologías hoy en día es posible realizar pruebas sin necesidad de emplear animales para tal fin.
Entre ellos se encuentran las pieles artificiales o sintéticas, tales como la Episkin creada por L’oreal. Se trata de tejido humano de distintas razas reconstruido in vitro, que emula al 100% al real en cuanto a elasticidad y robustez.
En ella es posible observar reacciones adversas así como efectos de rayos UV, envejecimiento, proceso de bronceado y más.
También existe la prueba de permeabilidad y opacidad corneal bovina, que utiliza ojos de animales sacrificados en la industria cárnica para evaluar todo tipo de sustancias que pueden provocar irritación grave en dicho órgano.
De esta manera se evita usar conejos como Ralph para las pruebas.
También existen programas informáticos que han desarrollado modelos que simulan la biología humana a la perfección y son capaces de predecir si tendrán efectos adversos o no.
Bien, como lo ves el Cruelty Free es un movimiento importante que ayuda a salvar vidas y disminuir la incidencia del maltrato animal en el mundo.
Los productos que cumplen con estos criterios no tienen que ser veganos y los puedes reconocer en ocasiones gracias a algunos sellos distintivos.
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