Por Paula Velasquez – Venezuela
Cada vez son más los productos y técnicas de maquillaje que nacen alrededor de todo el mundo. Pero este avance no impide que la mayoría aprenda de maquillaje de una forma autodidacta y no profesional. Por lo que los errores que cometemos al maquillarnos siempre tendrán un espacio en nuestras rutinas de belleza.
Muchos de estos fallos los cometemos sin siquiera darnos cuenta, aun así su efecto sobre el maquillaje final será notorio. La clave es conocerlos y evitarlos como es evidente, pero ¿cuáles son los más comunes? ¡Te los presentamos a continuación.
Errores que cometemos al maquillarnos
1- No lavar ni desinfectar las brochas
La importancia de las brochas, pinceles y esponjas es gigantesca en el maquillaje porque son herramientas que sirven para dar el toque homogéneo adecuado que la piel necesita.
El contacto constante que tienen con la piel sensible del rostro, sumado a la variedad de sustancias con las que trabajan, harán a todas estas herramientas propensas a acumular suciedad. Y a su vez usar por ejemplo, una brocha sucia, podría representar un riesgo inminente de infección.
Razón por la cual el lavado de todos estos instrumentos es obligatorio. Sin embargo, esto es ignorado y un error por lo tanto. Una forma correcta de hacerlo es con agua tibia y el jabón más neutral posible.
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2- Aplicar demasiado producto
Los excesos siempre son malos y en relación a los cosméticos, igual. Aplicar mucho producto es uno de los errores que cometemos al maquillarnos más comunes que generará resultados sobrecargados, desperdiciará el producto y logrará que se acabe antes de lo planeado.
Para evitar los excesos, se debe aplicar con la ayuda de una esponja o brocha, es mejor que falte algo más de producto que pueda aplicarse, a lo contrario. Aunque si ya se ha aplicado más del deseado, usar las brochas o esponjas para retirar los excesos, es efectivo. Estas servirán para hacer que el maquilla se diluya mejor.
3- Utilizar un corrector muy claro
Un error muy difundido también es usar un tono de correcto más claro del necesario. Y la razón más dada para este fallo, es el intento de contrarrestar las ojeras muy oscuras. Se tiene la falsa creencia de que mientras más claro sea el corrector, sin importar el color de piel, mayor será su poder. No es así.
En realidad, lo correcto es usar un corrector que tenga similitud con el tono de tu piel. Así las imperfecciones podrán ser cubiertas de una mejor manera. Por igual, trata siempre de usarlo en pocas cantidades.
4 – No seguir la forma de tu cara al aplicar el rubor
Más allá del tono de un rubor, una de sus claves es la forma en la que se aplica. Y el hacerlo sin tomar en consideración la forma de tu cara, es una enorme equivocación. El rubor puede ser usado de distintas maneras de acuerdo al tipo de rostro que se tenga y sus facciones.
Por ejemplo, en rostros cuadrados es aconsejable que sea aplicado en forma circular en las manzanas de las mejillas, con esto logrará suavizar los rasgos angulosos. Mientras que en los rostros alargados, ayudará que sea aplicado desde el centro de las mejillas y llegar a las orejas. Y en los rostros ovalados, hacerlo concentrándose en la parte superior del pómulo hasta alcanzar con suavidad las orejas.
5- Frotar los labios
Apretar los labios con fuerza después de aplicar labial, es casi una tradición para algunas mujeres. Pero se trata de otro error, esto no repartirá el color como se cree, sino que sirve para resecar los labios.
En cambio, la solución es hidratarlos con frecuencia y no frotarlos. Pero si se desea una técnica más eficiente para quitar el exceso de pintura, puedes colocar tu dedo en la zona céntrica de la boca, para después sacarlo rozando los labios. Con esto se podrá eliminar el exceso sin manchas en los dientes.
6- Rizar las pestañas después del rímel
Un error peligroso para tus pestañas es aplicar máscara y después rizarlas. Hacerlo hará que las pestañas se partan, porque el rímel al secarse provoca que el vello se endurezca, y al aplicar presión, el resultado será desastroso. Además hacerlo en este orden, hará que tu rizador se ensucie.
Lo adecuado es rizarlas cuando están limpias, después es tiempo de maquillarlas. Si quedan grumos, tienes que peinarlas para perfeccionarlas. Otro consejo para el cuidado de pestañas, es que al rizarlas, no hay que presionar con fuerza, solo con suavidad. Si lo haces con brusquedad darás una curva de un ángulo de 90 grados y podrás romperlas.
7- Olvidarse de las cejas
Las cejas son capaces de enmarcar un rostro y darnos hasta una expresión determinada. Por lo que nunca deben ser olvidadas. Lo ideal es que estas estuviesen bien definidas, pero siempre con un aspecto natural.
Para darles una forma mejor, podrás usar una gran cantidad de productos para rellenarlas o alargarlas. Solo hace falta encontrar el indicado, en la consistencia adecuada y el tono adecuado.
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